En su primera visita a PolíticAnalizada, Eze Torres —30 años, santafesino, cristiano, candidato a diputado nacional por Nuevas Ideas— propone correr la conversación de la rosca capitalina y poner a Santa Fe bajo la lupa. A contramano del clima “más tranquilo” que sugieren los titulares, Torres sostiene que la violencia no afloja: “De julio del año pasado a julio de este año tenemos 10 homicidios más, afirma. Su tesis: cambió el encuadre mediático, no la realidad.

Seguridad: Nación vs. Provincia y una coordinación que no llega

Torres denuncia descoordinación entre el gobierno de Pullaro y el Ministerio de Seguridad nacional. Celebra programas como Plan Bandera en Rosario y el despliegue de Patricia Bullrich, pero cuestiona al gobernador por “estar más enfocado en su reelección y en la reforma constitucional que en gobernar”. Como ejemplo, recuerda el operativo que detectó 500 kg de cocaína en un buque: “Fue Bullrich, no el gobernador”, subraya.

El mapa que describe es áspero: narco con entradas por aire y agua, avionetas que bajan, buques que cargan, “bolsones estáticos” con soporte logístico. Y un dato político: “El observatorio del delito cambió el modo de medir; así se mueve el relato”.

Ejército en la calle: el límite legal y la propuesta

El núcleo de su agenda es habilitar la intervención del Ejército contra el narcotráfico. “Hoy no puede; su rol es defensa ante otros Estados, fronteras y ayuda en catástrofes. Hay que cambiar la ley”, pide. Reconoce que “hoy no” estaría en condiciones, pero reclama el marco para que sí pueda hacerlo, bajo reglas claras y con misión específica.

El espejo salvadoreño: orden primero, oportunidades después

Torres se define “pragmático” y reivindica el ejemplo de Nayib Bukele: “Pasó de uno de los países más peligrosos a ser el más seguro de la región con decisión política y ejecución”. Ante las objeciones por derechos humanos, contrapone la libertad cotidiana: “¿Te gusta vivir encerrado? La gente en Santa Fe vive enrejada”. No se queda en la mano dura: propone replicar los CUBO (Centros Urbanos de Bienestar y Oportunidades) como oferta post-represión: bibliotecas, talleres, producción cultural y oficios para jóvenes hoy cooptados como “soldaditos”. Seguridad + inclusión, en ese orden.

Cultura política, valores y prioridades

Su identidad cristiana no es decorativa. La traslada a la discusión pública: cuestiona el gasto en pauta de juegos y la prioridad estatal en misoprostol y 65 centros de hormonización frente a la inseguridad. Su s��ntesis ideológica: “liberal en lo económico, conservador en valores”. Y un parteaguas: “Algunos políticos confunden al Estado con Cristo; nosotros no”.

Reforma constitucional: una elección “para la política”

Sobre el proceso santafesino, dispara: “Fue una reforma para la política, sin pedagogía cívica. Votó el 50% del padrón y el frente ganador se impuso con el 13% del total”. Critica audiencias exprés y un trámite “mamarracho” que, advierte, podría reformarse otra vez en diez años. Aun así, rescata algo positivo: “La gente ya percibe que esto no fue para ella”.

El voto joven y la fatiga antipolítica

Torres lee a su generación como anti-rótulos y pro-soluciones: “Menos épica vacía, más pragmatismo”. Ve en La Libertad Avanza el único partido con magnetismo juvenil hoy, pero insiste: lo que importa son personas que ejecuten. Para el 26 de octubre, alerta sobre el ausentismo y vuelve al mantra del recambio: “Si no vas, siguen los mismos. Es tiempo de caras nuevas y nuevas ideas”.

El diagnóstico de Torres es incómodo: Santa Fe no está mejor; está menos contada. Su receta combina choque frontal al narco (con fuerzas federales y, si se aprueba, Ejército con marco legal) + presencia estatal productiva en los territorios liberados. La reforma, dice, expuso la distancia entre la política y la gente. Resolverla exige coordinar Nación-Provincia, ordenar prioridades y, sobre todo, volver a dar resultados. Porque —como repite— la libertad no es un slogan: es poder salir de casa sin miedo.

“En SANTA FE hay 10 homicidios MÁS QUE EN 2024”, Eze Torres