Cristina intentará reformar el Peronismo: del Estado Presente al Estado Eficiente
- Cristina Fernández de Kirchner propone un cambio en la estrategia del peronismo/kirchnerismo, pasando de un 'Estado presente' a un 'Estado eficiente'.
- El discurso del 'Estado presente' ha perdido eficacia y no satisface las demandas actuales de la ciudadanía.
- Fernández menciona que el 25% de la población enfrenta problemas de salud mental postpandemia, lo que puede influir en el electorado.
- El discurso libertario antiestado de Milei ha impactado en personas que han cambiado de escuelas privadas a públicas, donde hay falta de docentes.
- Se cuestiona la capacidad del peronismo para mantener su potencia electoral sin ejemplos de gestión pública ejemplar en distritos que gobierna.
- El cambio discursivo podría ser una estrategia para reconquistar a un electorado desencantado y priorizar la eficiencia en la gestión pública.
- La efectividad de este cambio dependerá de su traducción en acciones concretas y resultados tangibles para la población.
El pasado 25 de mayo de 2025, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció en el escenario público con un discurso que podría marcar un giro en la estrategia del peronismo/kirchnerismo. En un contexto donde La Libertad Avanza y una posible alianza con el PRO están configurando una nueva hegemonía política, Fernández planteó la necesidad de abandonar el discurso del "Estado presente" en favor de un "Estado eficiente".
Cambio de paradigma en el Peronismo/Kirchnerimos
Tradicionalmente, el peronismo ha centrado su narrativa en la idea de un Estado presente, protector y garante de derechos. A lo largo de su historía política se adjudica victorias políticas como el voto femenino, el acercamiento de la política a las clases obreras, la búsqueda de la movilidad social ascendente y en el siglo 21 podemos ver banderas como la Asignación Universal por Hijo, el plan “conectar igualdad” y el aborto legal en 2019, por nombrar algunas de las banderas políticas del movimiento Justicialista. Sin embargo, estas banderas parecen poco a poco perder eficacia e influencia en el electorado al momento de estar frente a las urnas.
La exvicepresidenta menciona que, según la Organización Mundial de la Salud, postpandemia el 25% de la población enfrenta problemas de salud mental. Ante eso, es muy probable que el discurso de la “motosierra” de Milei haya influenciado en ese público que vio cómo la salud pública no estuvo a la altura. Tanto en la demora de atención, la asignación de turnos, como también en las malas condiciones de muchos hospitales que no están a nivel de infraestructura en el mejor de los estados y el vacunatorio vip (estos últimos 2 ejemplos, obviamente, no son comentados de Fernández). Cristina también compartió en su análisis que el discurso libertario antiestado puede impactar en personas que cambiaron a sus hijos de escuelas privadas a públicas, donde faltan los docentes.
Es en ese marco que Fernández argumentó como insistir en el "Estado presente" es contraproducente si ese Estado no se percibe como útil o efectivo. En su lugar, propuso un enfoque hacia la eficiencia, reconociendo que la ciudadanía no solo demanda presencia estatal, sino soluciones concretas y efectivas en su vida diaria.
¿Puede el peronismo mantener potencia electoral sin contar con distritos que representen una gestión pública ejemplar?
Porque, ¿cuánto tiempo más se necesita en la gestión pública para evitar las inundaciones en localidades como Quilmes, La Matanza o José C. Paz? El peronismo históricamente se refugió en la idea de "no podemos hacer más por la Derecha/Dictadura/FMI"; sin embargo, hay localidades o provincias enteras que están bajo gobiernos peronistas desde el regreso de la democracia y, en ningún caso, son bandera de excelencia, gestión pública ejemplar o un modelo a seguir que se utilice a nivel discursivo en campañas, como es el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para el PRO.
Este giro discursivo podría interpretarse como una estrategia para reconquistar a un electorado que se siente desencantado con las promesas tradicionales. Sin embargo, también podría ser el inicio de un cambio de paradigma dentro del peronismo/kirchnerismo, que empiece a priorizar la eficiencia y la mejora tangible en la calidad de vida de la población.
Resta ver si este cambio discursivo se traducirá en acciones concretas y si logrará revertir la tendencia electoral actual. Lo cierto es que, en un escenario donde la ciudadanía busca resultados más que discursos, la eficiencia podría convertirse en el nuevo eje central de la política argentina.