Luego del histórico “que se vayan todos, que no quede ni uno solo” que el pueblo argentino expresó en 2001, dos años después llegaría al gobierno Néstor Kirchner, un gobernador del sur, un completo desconocido para las masas que no tardaría rápidamente en fundar uno de los movimientos que marcarían el nuevo rumbo del país de cara al siglo 21: el kirchnerismo. Este movimiento pasó de ser el eje político del país en sus primeros años y una referencia para otros partidos de izquierda en Latinoamérica a hoy, casi 22 años después, a tener sus estatuas refugiadas y excluidas en la localidad de Quilmes.

En este artículo pretendo comentarte la historia que esconde una estatua de tamaño real de Néstor Kirchner que puede representar mucho más que un desplazamiento “artístico”, puede estar representando la caída de un movimiento político que supo declarar un famoso “vamos por todo” y que hoy tiene a su última líder en prisión domiciliaria.

De símbolo regional a pieza devuelta

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) nació en 2008 como un ambicioso intento de integrar políticamente a América del Sur y fue a Néstor Kirchner quien se designó como primer secretario general en 2010. Tras su muerte, la organización regional decidió homenajearlo y es por ese motivo que el gobierno Argentino, encabezado por Cristina Fernández de Kirchner, encargó una estatua a Miguel Gerónimo Villalba, un joven escultor que la modeló en bronce por una cifra cercana a los 120 mil dólares.

Del bronce épico a un rincón en Quilmes: la historia del Néstor de bronce que simboliza la caída del kirchnerismo

La pieza, de tamaño real, fue instalada en diciembre de 2014 en la sede de Unasur en Quito, con la presencia de líderes como Rafael Correa y Evo Morales. Pero en 2017, Ecuador eligió a Lenín Moreno como presidente, quien rápidamente se distanció del correísmo y del eje bolivariano. En 2019, la Asamblea Nacional ecuatoriana votó por remover la estatua de Kirchner, acusándolo de ser “símbolo de la corrupción”.

Moreno fue más lejos: en un discurso televisado, dijo que Néstor “no representa los valores y la ética de nuestros pueblos”. En septiembre de ese año, la estatua fue retirada y embalada.

El regreso a la Argentina

En 2020 Alberto Fernández era el Presidente del país y en octubre de ese año, estando en plena pandemia COVID 19, la estatua fue repatriada. Tras una restauración que incluyó un baño de bronce, fue instalada en el Centro Cultural Kirchner (CCK). 

Del bronce épico a un rincón en Quilmes: la historia del Néstor de bronce que simboliza la caída del kirchnerismo

Pero también soplaron aires de cambio en el país y es por eso que en 2023 llega al poder Javier Milei, el liberal libertario que está en la antípodas del kirchnerismo. Cuando asume la presidencia, ese mismo diciembre del 2023 sin mucho ruido mediático la estatua fue discretamente retirada y enviada al municipio de Quilmes, bajo la conducción de la intendenta kirchnerista Mayra Mendoza. Hoy el ex Centro Cultural Nestor Kirchner, se llama “Palacio Libertad”.

Par abril de 2024, en Quilmes se reinaugura un microestadio llamado “Néstor Kirchner”. 

Del bronce épico a un rincón en Quilmes: la historia del Néstor de bronce que simboliza la caída del kirchnerismo

Cristina, alejada de la escena internacional

Cristina Fernández de Kirchner, la última gran figura del movimiento kirchnerista, cumple actualmente prisión domiciliaria. Su imagen ya no gravita en la región ni siquiera en el país, sino en tribunales y declaraciones judiciales. Su ambición de competir en la tercera sección electoral —el corazón del conurbano bonaerense— fue siempre vista como una jugada de refugio, de retorno a lo seguro. Hoy, es su única trinchera electoral.

En ese mismo territorio —precisamente en Quilmes— se refugia también la figura de Néstor. Lo que en 2014 fue un símbolo de liderazgo continental hoy es apenas un objeto ceremonial en un polideportivo municipal. Donde antes había discursos regionales, ahora hay torneos de futsal y jornadas de vacunación. Incluso vecinos de la zona, nos comentan que parte del microestadio se inunda cuando hay fuertes lluvias por la zona y que incluso ya se vió a la estatua de Kirchner perjudicada.

El bronce no se oxida, pero no brilla como el oro

El kirchnerismo nació con pretensiones nacionales y se proyectó sobre el continente. Con Néstor, encarnó una promesa de soberanía, redistribución y liderazgo regional. Con Cristina, intentó seostener esa hegemonía con épica y confrontación. Hoy, su estatua, y su relato, estan escondidos en las profundidades del conurbano, como metáfora de un movimiento que ya no piensa en Sudamérica, ni siquiera en la Argentina, sino en su bastión seguro.

La estatua volvió al país, y con ella se moldea el presente del kirchnerismo: perdió épica, peso internacional, influencia nacional y reposa en zonas inundables por falta de gestión.