El Peronismo y la dificultad de encontrar su brújula
El Partido Justicialista recibió ayer en la sede central de Matheu a varios dirigentes que analizaron la situación electoral que atraviesa el partido fundado por Juan Domingo Perón. Con Cristina Kirchner como anfitriona, la sede del movimiento escuchó reclamos, diferencias, análisis y dejó un contundente mensaje sobre la elección en la provincia de Buenos Aires, central para el futuro del justicialismo.
“Si desdoblas, perdés”, fue la síntesis que utilizó Juan Manuel Olmos, el principal armador porteño, cuando le llegó su turno de expresar via zoom los motivos de la derrota en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ese análisis rápidamente se llevó para la ventana que afrontará el próximo 7 de septiembre la provincia de Buenos Aires, cuando vote en la elección desdoblada por mandato del gobernador Axel Kicillof.
La interna entre Kirchner y Kicillof no es nueva.
Lo novedoso es que amparado en el desenlace electoral del peronismo en este 2025, desde el entorno de la expresidenta vuelvan a la carga contra el gobernador bonaerense. Para tener presente, el PJ ha perdido en todos los escenarios que se presentó a nivel federal: desde las elecciones de constituyentes en Santa Fé hasta los comicios legislativos de Jujuy, Salta, San Luis, Chaco y CABA. Y no se esperan buenos resultados en las venideras en Misiones y Corrientes. Solo Santiago del Estero es hasta el momento la única alegría garantizada. Y Buenos Aires la gran incógnita.
En esa línea, la elección de Buenos Aires es central -quizás por el unitarismo histórico del país o bien por el volumen electoral-, y desde ambos equipos lo saben. Por el lado de Kicillof confiesan que “el gobernador no va a volver para atrás su decisión de desdoblar”, mientras que, desde el Instituto Patria, la propia Teresa García ha calificado como “una tragedia” una eventual derrota en la capital del país. En estas dos líneas la unidad se convierte en utopía y un peronismo fragmenta está condenado al fracaso.
Lo cierto es que el peronismo atraviesa un desorden inimaginable que ni la propia expresidenta pareciera poder modificar. La cumbre de Matheu arroja mas dudas que certezas y las posiciones encontradas parecen no sanarse para generar una nueva unidad. En este contexto las próximas estaciones de septiembre y octubre podrán conformar un escenario catastrófico para el movimiento que parece ubicarse cada vez más lejos de la Patria, para seguir los celos y caprichos de sus hombres. Para el peronismo, una brújula urgente.
Por Micaela Benegas | Lic. En Comunicación Social UBA - Redacción Noticias Argentinas