Fernando Espinoza: “Tengo miedo de perder con Leila Gianni”
Coach (C): Buen día, Fernando. ¿Qué querés trabajar hoy?
Fernando Espinoza (E): El miedo. Miedo real. A perder. A que esta vez no me alcance. Y todo por ella. Por Leila Gianni. Esa mujer me está sacando el sueño. Aparece en la tele, en los carteles, en las redes. Y lo peor... es que la gente empieza a escucharla. Me burla y me hace bullying.
C: ¿De qué tipo de miedo hablás? ¿Físico, emocional, político?
E: Miedo a que se termine todo. A no manejar más desde las sombras. A que alguien, por primera vez, me diga en la cara lo que todos siempre callaron. Y ella lo hace. Me nombra. Me expone. Me desafía. Me tiene harto con que ganar en La Matanza es la madre de todas las batallas.
C: Del 1 al 5, ¿cuán importante es esto para vos?
E: Cinco. Total. No es una elección más. Es mi historia, mi blindaje, mi impunidad. Si me gana, no pierdo solo el municipio. Pierdo el poder… y capaz, la libertad.
C: ¿Qué sentís cuando la ves crecer?
E: Frustración. Bronca. La subestimé. Pensé que era una arrepentida más. Que iba a gritar un rato y desaparecer. Pero no. Tiene un objetivo. Labura. Y una causa. Yo ya no tengo causa. Solo tengo el poder. Y encima ahora bajo a ser candidato a concejal. ¿Sabés lo que es eso? ¡Un chamuyo de las testimoniales! ¡Todo armado! Pero no me quedaba otra. ¿A quién querés que ponga? ¿A Liliana Hendel? Que lo único que hace es perseguir hombres. No hay recambio. Tengo que poner la cara, aunque duela.
C: ¿Qué te dice el cuerpo cuando pensás en ella?
E: Me aprieta el estómago. No duermo. Me daña. En el club, en la calle, me preguntan por ella. “¿Quién es esa mina?”, me dicen. Me hago el desentendido, pero por dentro... por dentro me desarmo.
C: ¿Y cómo estás manejando todo eso?
E: Con lo que sé. Aprieto. Opero. Bajo línea. Uso la estructura como una aplanadora. Pero siento que no alcanza. Cada vez que la ataco, vuelve más fuerte. Como si se alimentara del conflicto. Es como un rottweiler... o un dogo. Cuando muerde, no suelta. Te persigue con eso hasta que te quiebra.
C: ¿Y vos? ¿Cómo sos con soltar las cosas?
E: No sé soltar. No quiero. Hace más de veinte años que estoy ahí. Con Magario, con el PJ, con el aparato. No sé quién soy sin eso. Sin el poder. Es lo único que tengo. Lo único que me queda.
C: ¿Qué parte tuya se resiste más?
E: La que todavía cree que puedo zafar. Que puedo inventar una vuelta más. Una maniobra más. Pero cada vez me cuesta más creérmela.
C: Si no tuvieras ese miedo, ¿qué harías?
E: Me iría. Con algo de dignidad. Diría: “fui intendente, armé mi imperio, ya está”. Pero no puedo. Me queda una bala. Y esa bala... es frenarla. Como sea.
C: ¿Cómo es lo de la bala?
E: Es una bala de poder y venganza porque ella me está arrinconando. Y sin poder... yo no existo. El poder me dio todo. Y me lo puede sacar todo.
C: ¿Y todo eso lo pensaste vos?
E: Lo vengo hablando con Axel. Él me dice que tenga temple, que no pierda la conducción, que resista. Pero es fácil decirlo desde la Gobernación. Acá la tengo todos los días. En la calle. En las paredes. En las redes. No es solo una campaña. Es una pesadilla.Falta que venga a Puerto madero.
C: ¿Qué lugar querés dejar en la historia?
E: El del último caudillo. El que resistió hasta el final. Que ningún pibe nuevo lo pasó por encima. Pero si soy honesto... ya no estoy tan seguro.
C: ¿Y si te ganan?
E: Me destruyen. Pero antes... voy a hacer todo. TODO. Para que no pase.