“No sabemos enterrar líderes. Siempre lo hacemos con violencia”

En una entrevista a fondo, el consultor político Gabriel Slavinsky analizó con crudeza y precisión quirúrgica el nuevo escenario de la política argentina e internacional, donde la sorpresa, la emocionalidad y el espectáculo desplazaron a la argumentación y la lógica. Según Slavinsky, vivimos en una “era artificial” donde el poder ya no se construye solamente con gestión, sino con impacto, provocación y conexión emocional.

La lógica Trump: comunicación disruptiva y emocional

Al ser consultado por el fenómeno de Donald Trump, Slavinsky trazó un paralelismo directo con Javier Milei y explicó su forma de comunicar como una estrategia de impacto más que de contenido:

“Trump representa una nueva forma de comunicar, basada en lo políticamente incorrecto, en lo inesperado. El eje es sorprender y confundir, como esquema central. No se trata de contradicción: es confusión como estrategia”.

Analizó también el reciente episodio entre Trump y el presidente de Ucrania, calificándolo como “una emboscada a un mandatario en medio de una guerra”, y subrayó que estos movimientos, lejos de ser improvisaciones, responden a un método. “La política exterior estadounidense ya no opera como antes. Lo ‘raro’ es el eje comunicacional. Lo disruptivo deja de ser excepción para convertirse en norma”.

La era artificial y el votante usuario

Slavinsky define el contexto actual como “la era artificial”, en la que la política ha pasado a ser parte del ecosistema del entretenimiento digital:

“La política compite con Wanda Nara, con el Mundial de Clubes, con Daddy Brieva. Todo entra en el zapping emocional de una sociedad dispersa. Hay una bipolaridad brutal: mientras una parte del mundo ve fútbol, la otra teme una Tercera Guerra Mundial”.

Y fue más lejos:

“Ya no hay espectadores pasivos. Hay usuarios con atención fugaz. Y los políticos que no entienden esto están hablando por otro canal. La emoción es el nuevo WiFi de la política”.

Tribalismo, miedo y pertenencia

Uno de los conceptos más potentes de la entrevista fue el de las “tribus políticas”. Slavinsky sostuvo que hoy las campañas no se ganan con argumentos, sino apelando al miedo, el enojo y el amor por los propios.

“El miedo a que ganen los otros, el enojo con los de enfrente y el amor por los propios. Esa es la trinidad emocional de la política de hoy”.

Sobre el electorado libertario, fue provocador:

“¿Cuántos de los que se dicen anarco-capitalistas leyeron un libro de eso? Pocos. Lo que predomina en esa tribu es el amor al grupo y el odio al exogrupo. Lo entienden como causa, aunque no la puedan definir”.

El peronismo sin batalla y la épica vacía

Slavinsky criticó con dureza el desconcierto del peronismo actual: “Tienen canciones, tienen banderas, tienen ejército, pero no tienen una batalla clara. Sin enemigo, sin objetivo, no hay mística”.

Y cuestionó la ausencia de gestión como base para construir relato: “La épica sin gestión se cae. Si no hay algo real que sostenga el relato, se vuelve aire. El peronismo hoy no puede plantear una ética sólida, porque no tiene un éxito reciente que lo respalde”.

Liderazgos y sucesión: la gran deuda argentina

Consultado sobre cómo se transicionan los liderazgos en Argentina, Slavinsky fue tajante: “No sabemos enterrar líderes. Siempre lo hacemos con violencia, agresividad o ruptura. Pasó con Duhalde, con Kirchner... y puede volver a pasar”.

Sobre Cristina Fernández de Kirchner, explicó que su condena judicial no implica necesariamente una pérdida de poder real: “No puede ser candidata, pero sí puede seguir conduciendo. La negociación con Axel, los intendentes, todo sigue activo. Pero el liderazgo no está claro”.

Contrastó con el caso de México y Morena: “La transición de AMLO a Claudia Sheinbaum fue abrumadoramente ordenada. Ganó con el 60% que ya tenía tres años antes. Es un ejemplo casi imposible de replicar acá”.

El ataque en campaña: no ser víctima

Gabriel Slavinsky también analizó qué hacer ante ataques de alto impacto en plena campaña, como un deepfake o una operación con inteligencia artificial. Irónico pero filoso, sentenció: “Si te largan un video el día antes de la elección, lo primero que hay que hacer es lamentar no haberlo hecho vos antes. En política, ser víctima pianta votos. El Pro se puso a llorar por un videíto y quedó como un chico mimado”.

Y remató:  “El que no entiende que en las campañas la verdad se pierde, no está preparado. La próxima elección va a ser con inteligencia artificial desatada. Y muchos no van a notar la diferencia”.

Slavinsky dejó una advertencia clave para dirigentes, militantes y analistas: “La política ya no se entiende con las reglas del siglo XX. Hay que construir emoción, pertenencia y sorpresa. El que solo argumenta, pierde.”

"En la CAMPAÑA que viene NO HABRÁ VERDAD, está PERDIDA" Gabriel Slavinsky