Romina Montes de Oca, actual viceintendenta de Santa Rosa (La Pampa), combina en su trayectoria la herencia sindical, la militancia política y una perspectiva de género que atraviesa su gestión pública. En diálogo con PolíticAnalizada, reflexiona sobre el presente del peronismo, la transformación del mundo sindical y el rol de las mujeres en la política, desde una mirada federal.

Una decisión a los 14: política como destino familiar y elección personal

Montes de Oca es la tercera generación de una familia sindicalista: su abuelo Oscar y su padre César marcaron el camino. “La decisión concreta fue a los 14 años, fue un proceso autogestivo de formación. Leía a Evita y Perón”, relata. El libro que la marcó fue La razón de mi vida, hallado en un contexto tan paradójico como revelador: en la mesa de luz de un tío radical.

Viceintendenta por acuerdo, militante por convicción

El desembarco en la viceintendencia fue producto de un acuerdo entre su espacio, Identidad Peronista —referenciado en Jorge Lezcano, secretario general de UPCN La Pampa— y el actual intendente Luciano di Nápoli. Pero para Montes de Oca no se trató de un cargo más: “Lo vi como una oportunidad colectiva. Donde seamos útiles, ahí estamos”.

“Hay que volver a hablar de ideas”

Consultada sobre el presente del peronismo, es contundente: “El movimiento sigue vigente, pero quienes lo conducimos debemos volver a la doctrina. Las personas pasan, las ideas quedan. No podemos seguir discutiendo quién sucede a Cristina. Necesitamos hablar de ideas, no de nombres.

Montes de Oca sostiene que la “rosca” no es mala palabra, sino una herramienta necesaria: “Es la búsqueda de consensos y alquimias para usar la política como herramienta de transformación social positiva”.

Una crítica al discurso capitalino: “El interior discute desde otro lugar”

En contraste con el tono agresivo que predomina en el AMBA, Montes de Oca reivindica una política más racional en el interior: “En la Pampa discutimos con respeto. Acá se escucha hablar de nyoquis a funcionarios que hace 40 años sostienen una provincia ordenada. Eso es irresponsable”.

Sobre la irrupción de Javier Milei, reconoce el impacto: “Fue un mensaje a quienes ejercemos la política. Nos están diciendo que hay que volver a escuchar activamente”.

Sindicatos y nuevas generaciones: el desafío de representarlos

Como dirigente gremial en el mundo de las telecomunicaciones, Montes de Oca reconoce que los sindicatos enfrentan una crisis de representatividad entre los jóvenes: “Hoy nadie piensa en un trabajo a 30 años. La dirigencia gremial tiene que codificar esta nueva realidad y responder con propuestas concretas”.

Apuesta por una representación real, con doble jornada, y destaca la necesidad de que los sindicatos se legitimen desde la escucha y no desde la nostalgia: “La lucha sindical debe ser colectiva, no es un club de amigos”.

Feminismo, cuidados y cooperativismo

Montes de Oca reivindica la centralidad de las mujeres en la sociedad y denuncia la invisibilización del trabajo de cuidados. “El Estado y los gobiernos nos deben el reconocimiento económico por ese trabajo. Hoy lo asumen las mujeres, incluso en tareas remuneradas donde no hay varones”.

Uno de los hitos de su gestión fue la creación de una cooperativa de mujeres albañilas en General Acha. “No querían vivir de subsidios, querían trabajar. Las formamos, les dimos herramientas, y hoy son una cooperativa activa. Pusimos corazón antes que salario”, resume.

El desafío de la eficiencia con justicia social

En tiempos de ajuste, Romina Montes de Oca concluye compartiendo cuáles deben ser los ejes principales del peronismo de cara al futuro: “La generación de empleo formal, la transversalización de la perspectiva de género y una agenda productiva son temas claves para el peronismo del futuro”.

Con una visión pragmática, pero profundamente doctrinaria, Romina Montes de Oca sintetiza su rol en dos palabras: “subordinación y valor”. Un mensaje que interpela a una dirigencia peronista obligada a escucharse a sí misma —y a su pueblo— para recuperar la iniciativa.

“El FEMINISMO no perdió fuerza, LO QUIEREN SILENCIAR” Romina Montes de Oca