El presidente Javier Milei festejó en redes sociales un dato que marca un posible hito en su gestión: una inflación semanal del 0% registrada por varias consultoras privadas. Aunque el gobierno lo presenta como señal de éxito en su política económica, economistas advierten que la baja podría ser transitoria y que la recuperación aún no alcanza a los sectores más golpeados por la crisis.

El dato fue recibido con entusiasmo en la Casa Rosada. A través de su cuenta de X (ex Twitter), Javier Milei compartió una captura del informe de la consultora OJF & Asociados que da cuenta de un 0% de inflación en la tercera semana de mayo. “Parece que el modelo funciona”, escribió el mandatario, acompañado por emojis de festejo.

El informe que generó la reacción del presidente se basa en un relevamiento de precios de alta frecuencia que se publica semanalmente. Según OJF & Asociados, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se mantuvo estable en ese período, lo cual podría traducirse en una inflación mensual por debajo del 2%, un nivel muy inferior al registrado en los primeros meses del año.

Sin embargo, diversos analistas advierten que este descenso en la inflación podría ser transitorio. Factores como la estabilidad cambiaria y ajustes previos en los precios podrían haber influido en esta baja temporal. Además, se señala que aún persisten desafíos estructurales en la economía argentina que podrían generar presiones inflacionarias en el futuro cercano.

Por el momento, el dato semanal ofrece un alivio para el Gobierno y una oportunidad para reforzar su narrativa. La imagen de una inflación contenida se presenta como una victoria simbólica frente a un problema estructural que aqueja a la economía argentina desde hace décadas.

Mientras el gobierno celebra estos indicadores, sectores de la población continúan enfrentando dificultades económicas. La caída en el consumo y el aumento del desempleo son señales de que la recuperación económica aún no se ha consolidado. Expertos sugieren que, para lograr una estabilidad duradera, es necesario implementar reformas estructurales que impulsen el crecimiento y mejoren el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Lo cierto es que la sostenibilidad de esta tendencia dependerá, entre otros factores, de la evolución del tipo de cambio, la política tarifaria y el nivel de actividad económica. Mientras tanto, el Gobierno sigue apostando a consolidar sus logros en materia de precios como parte de su estrategia para sostener el apoyo social y político en un escenario de fuerte ajuste.