Las consecuencias del "Liberation Day" de Trump: ¿cómo se ven afectadas sus alianzas?
Los anuncios del 2 de abril cambiaron las relaciones entre Estados Unidos y el resto del mundo, ya que los 185 países afectados por la medida se vieron obligados a responder. ¿Cómo impacta esto en los países afines a la Casa Blanca?
Desde su primer mandato, Donald Trump mantuvo siempre la misma postura sobre el comercio entre Estados Unidos y el resto del mundo. Fiel a su estilo empresarial y negociador, lo podemos ver reflejado en la siguiente frase, que pronunció al anunciar los nuevos aranceles que impactaron en todo el mundo.
“Durante décadas, nuestro país ha sido saqueado y expoliado por naciones cercanas y lejanas, tanto amigas como enemigas”
Es por esto que impuso un arancel universal mínimo del 10% a todas las importaciones, con castigos a los países con los que tiene un mayor déficit comercial. Esta medida fue anunciada el 2 de abril, en el denominado “Liberation Day”. Estas son las tarifas que recibieron sus principales socios: Unión Europea (20%); China (34%); Japón (24%); Vietnam (46%); Taiwán (32%); India (26%); Corea (10%); Brasil (10%) y Reino Unido (10%), entre otros.
“Si se quejan, si quieren que su tasa arancelaria sea cero, entonces construyan su producto aquí mismo, no hay arancel si construyen su planta, su producto en EE.UU.”, señaló Trump. Diversos países han comenzado negociaciones con la Casa Blanca, aunque otros planean represalias, en un contexto mundial de recesión y caída de los mercados.
Si observamos con detenimiento la lista, podemos notar que no hubo excepciones para los “aliados” de Estados Unidos. Israel, por ejemplo, recibió un 17% de aranceles, lo que significa un 7% más que el piso de 10%. Esto deja ver un dato importante: el porcentaje de aranceles destinado a cada país fue el resultado de un cálculo, y las alianzas no intervinieron en el mismo.
El arancel recíproco aplicado es el resultado de tomar el déficit comercial de bienes estadounidenses con un país y dividirlo por las importaciones de bienes de ese país. Luego de este cálculo, divide por dos el resultado de la operación anterior, en una acción que considera “benévola”.
Por ejemplo, el déficit comercial de bienes con la Unión Europea es de 235.600 millones de dólares. Esto se divide por el resultado de las importaciones de la UE, que son 605.600 millones de dólares. El resultado es de 0,388, que dividido por 2, resulta en un 20%, que es el arancel aplicado.
Las reacciones de sus aliados
La medida generó desconcierto en el mundo, pero principalmente en los países afines al gobierno republicano, ya que no se privilegió ninguna relación a la hora de tomar esta determinación. Sin embargo, la amistad con Trump puede resultar beneficiosa a la hora de negociar un cambio en el régimen. La Casa Blanca informó que más de 50 países se han acercado para negociar. Entre ellos, están sus aliados más cercanos en el escenario internacional.
A pesar de su viaje relámpago el mismo 2 de abril, el presidente Javier Milei no pudo ser el primer mandatario en negociar mano a mano con Trump, ya que la reunión no tuvo lugar. Desde el gobierno libertario esperan reducir el 10% aplicado por Estados Unidos a nuestro país en ciertos productos, lo que está sujeto a varias condiciones impuestas por la Casa Blanca. Si se superan las condiciones que exigen, se podría llegar al arancel de 0% en alrededor de 50 productos. El siguiente paso, dicen desde el gobierno, sería el Tratado de Libre Comercio (TLC). Sin embargo, el principal obstáculo argentino es el Mercosur, ya que al formar parte del bloque, la negociación tiene que ser llevada en conjunto. Otra opción sería pedir una excepción, aunque es muy difícil que los otros miembros acepten. El último recurso sería abandonar el Mercosur, algo que necesitaría aval del Congreso argentino, por lo que en las circunstancias actuales no puede hacerse. Incluso con ese aval, el Poder Legislativo también debería aprobar el eventual TLC con EE.UU.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya está en la capital estadounidense para mantener una reunión con Trump, por lo que será el primer mandatario en negociar directamente las tarifas con el republicano.
Otro gran aliado estadounidense, Vietnam, también se acercó para resolver los inconvenientes creados por la medida. Según el mismo Trump, el presidente de Vietnam “quiere reducir sus aranceles a cero si pueden llegar a un acuerdo con Estados Unidos”. El caso de Taiwán es similar, ya que ofrecieron aranceles cero para negociar las nuevas tarifas.
La situación de Giorgia Meloni en Italia es más difícil, ya que está dentro del bloque de la Unión Europea, que fue afectado con un 20%. La primer ministra dijo que, a pesar de no estar de acuerdo con los aranceles, no dejará de exportar a Estados Unidos. A pesar de su iniciativa, la Comisión Europea está encargada del comercio internacional de los países del bloque, por lo que tiene poco margen de acción.
Está claro que la medida de Trump, además de generar complicaciones económicas, generó incertidumbre política en sus aliados, que se están reconfigurando para encontrar la mejor forma de hacer frente a estas medidas sin perder su amistad con Estados Unidos.