En un nuevo gesto de disciplina fiscal, el Gobierno de Javier Milei anunció que no homologará aumentos salariales que superen el 1% mensual, endureciendo su postura frente a las negociaciones paritarias entre gremios y empresas. La medida fue comunicada por la Secretaría de Trabajo, encabezada por Julio Cordero, y afecta directamente a acuerdos como el recientemente firmado por el sindicato de Comercio, que establecía una suba del 5,4% para el trimestre de abril, mayo y junio.

El Poder Ejecutivo busca evitar que las paritarias se conviertan en un nuevo foco de presión inflacionaria, en momentos en que el ministro de Economía, Luis Caputo, sostiene una fuerte política de enfriamiento monetario. “No vamos a homologar aumentos que no estén alineados con el objetivo de estabilización macroeconómica”, afirmaron desde la Secretaría de Trabajo.

El acuerdo del gremio de Comercio, liderado por Armando Cavalieri, fue uno de los primeros en recibir una señal negativa. Aunque ya había sido firmado con las cámaras empresarias, su homologación por parte del Gobierno quedó en suspenso. La paritaria contemplaba un 8% para abril y un 9,5% para mayo, porcentajes que el Ejecutivo considera excesivos.

“Nuestro objetivo es sostener el poder adquisitivo del salario ante una inflación que aún persiste -dijo el líder de Comercio tras rubricar el incremento salarial-. Este acuerdo es parte de un monitoreo constante que realizamos para proteger el ingreso de las familias trabajadoras”, dijo Armando Cavalieri, el titular del Gremio de Comercio.

Desde el sector sindical expresaron preocupación por esta decisión, que interpretan como una intromisión directa en la autonomía de las negociaciones colectivas. “Es inaceptable que el Estado se niegue a reconocer aumentos que las partes acordaron libremente”, señaló Cavalieri. También advirtieron que la postura oficial podría generar una escalada de conflictos laborales.

El Gobierno, por su parte, insiste en que la medida responde a la necesidad de consolidar la baja de la inflación y evitar una espiralización de precios y salarios. Desde el oficialismo consideran que el 1% mensual no es un número caprichoso, sino que es parte de una hoja de ruta para evitar que la economía vuelva a descontrolarse.

Esta intervención sobre las paritarias marca un nuevo capítulo en la estrategia de Milei para reducir el gasto público y frenar la indexación de la economía. Sin embargo, abre un frente de tensión con el sindicalismo, que ya había mostrado su rechazo a otras medidas del Gobierno, como la desregulación laboral incluida en el DNU 70/2023.

Con este límite impuesto a las paritarias, la administración libertaria refuerza su mensaje: no habrá concesiones que pongan en riesgo el equilibrio fiscal. La pulseada con los gremios, no obstante, recién comienza.