Con críticas a la ONU, Milei reclamó por la soberanía en Malvinas y elogió a Trump
En su segundo discurso ante las Naciones Unidas, el presidente hizo referencia a la desaparición de Nahuel Gallo y volvió a criticar la Agenda 2030.
El presidente argentino dio su segundo discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. En su primera aparición, hace un año, había criticado el rol de la ONU y defendido las “libertades individuales, comerciales y los derechos naturales”.
“El año pasado advertí que la ONU se había alejado de su norte en las últimas décadas”, indicó al comienzo de su alocución de hoy, en la que habló de un “modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales que buscan imponerle a los ciudadanos del mundo un modo de vivir determinado”.
“Ahora es una organización que pretende decidir no solo qué debe hacer cada Estado nación sino también cada uno de los individuos en las distintas latitudes del planeta”, señaló.
También habló de “un problema específico que enfrentan todos los países modernos”: un estancamiento en el confort del presente, “haciendo caso omiso al futuro”. Es necesario encontrar un equilibrio para que el pan de hoy no signifique hambre para mañana, profundizó.
Argentina y la ONU
Luego de esta referencia a algunos países, volvió a apuntar contra la ONU, repitiendo la idea de que “adquirió funciones ajenas a su función original”, y mencionando a la Agenda 2030, que tuvo malos resultados.
Acto seguido, lo unió con el caso argentino.
“En Argentina lo vivimos. Llegamos al fin del cómodo camino al que conduce desentenderse del futuro”, explicó, y advirtió que “están a tiempo de evitarlo. Ninguna sociedad puede sobrevivir si incendia el futuro para calentar el presente”.
Hizo referencia a su gestión, relatando que durante un año y medio administró “la escasez extrema”, en un país en donde “durante décadas se hipotecaron flujos futuros en función de repartir stock en el presente”.
“Argentina hoy tiene un gobierno que decidió emprender el camino correcto, a pesar de que sea el más difícil, porque la prosperidad y el progreso de nuestro pueblo no pueden postergarse más”, explicó.
El guiño a Trump
Luego de los últimos días de sinergia con el gobierno estadounidense, Milei le dedicó unas palabras en su discurso.
“No somos los únicos. El presidente Trump, en Estados Unidos, también entiende que es momento de revertir una dinámica que estaba llevando a Estados Unidos a una catástrofe y sabemos que una catástrofe en Estados Unidos es una catástrofe global. Su férrea y exitosa política, en términos de ponerle un freno a la inmigración ilegal, lo deja más que claro: entiende que hay que hacer lo necesario aunque a muchos no les guste”, subrayó.
Milei destacó su gestión en el comercio internacional: “También está llevando adelante una reestructuración, sin precedentes, de los términos del comercio internacional. Una tarea de magnitud titánica que afecta al corazón del sistema económico global, porque este sistema estaba depredando el corazón industrial de su país y sumiéndolo en una crisis de deuda sin parangón”.
Luego habló sobre cuatro principios para "volver a las bases" y hacer "lo difícil y correcto por sobre lo fácil y cómodo", tanto para los países como para las organizaciones internacionales.
- Principio de mandato esencial, en donde la ONU debe priorizar su principal objetivo (preservar la paz y seguridad internacional) por sobre cualquier otro mandato.
- Principio de subsidiariedad: la ONU debería intervenir sobre un tema únicamente cuando sea evidente que el problema excede de manera demostrable las capacidades de acción nacional; en todos los demás casos corresponde devolver la iniciativa a los Estados, que son quienes poseen legitimidad democrática y responden ante sus pueblos.
- Principio de eficiencia institucional: Milei propone auditorías confiables, la consolidación de agencias únicas y un financiamiento condicionado a resultados verificables.
- Principio de simplificación y racionalización normativa: plantea apoyar iniciativas que no restrinjan la capacidad de los Estados de liberar sus fuerzas productivas, atraer inversión y fomentar el comercio.
Por último, remarcó cuatro cuestiones de importancia para nuestro país.
En primer lugar, reiteró el reclamo sobre la soberanía de las Islas Malvinas: “A pesar de los ochenta años que pasaron desde la creación de esta organización, situaciones coloniales como estas siguen sin ser resueltas. Por lo que invitamos al Reino Unido a reanudar las negociaciones bilaterales de conformidad con la resolución 2065 de esta misma Asamblea General junto con todas las resoluciones posteriores que la acompañan”, expresó.
En segundo lugar, repudió “las expresiones de violencia fundamentalista que se propagan en el mundo”, y pidió que los responsables de los ataques a la Embajada de Israel y a la AMIA en los años 1992 y 1994 comparezcan ante la justicia.
En tercer lugar, advirtió sobre una escalada de la violencia política a nivel global por parte de la izquierda.
Por último, reclamó la liberación de Nahuel Gallo, detenido en Venezuela por la dictadura de Nicolás Maduro, definiéndola como una “desaparición forzosa”.
“Exigimos al gobierno de Venezuela su inmediata liberación y hacemos un llamado a la comunidad internacional para que acompañe este reclamo legítimo, en defensa de los principios más básicos del derecho internacional y de la dignidad humana”, indicó.
Finalmente, cerró su discurso exigiendo la liberación de los rehenes en Gaza y, a diferencia del año pasado, no concluyó su alocución con “¡Viva la libertad, carajo!”