La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, una de las allegadas a Cristina Kirchner, criticó burlonamente al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Áxel Kicillof. El motivo de las críticas se basa en la decisión de Kicillof de desdoblar las elecciones provinciales sin consultarle a otros miembros del espacio. La creciente tensión en la interna peronista llegó al punto más álgido.

“Es una decisión unilateral y completamente inconsulta”, dijo la intendenta.

“Nos sorprendió muchísimo lo que anunció el gobernador porque no era lo que habíamos acordado. Fue una decisión unilateral que entendemos que no fue del todo buena”, mencionó Mayra Mendoza en su entrevista con la radio Urbana Play. Allí mencionó que el pasado domingo los dirigentes de Unión por la Patria almorzaron para definir la estrategia de campaña. 

"Desde nuestro lugar no hay pelea, el que rompe algo que estábamos en proceso de decidir juntos es Axel, nosotros queremos unidad y en una sola elección”, mencionó Mendoza.

“Nuestro lugar”, como se refiere, hace mención al bando cristinista dentro del peronismo, hoy disputando el poder con Áxel Kicillof. Ella sostiene que el gobernador actúa de manera egoísta y no expone los argumentos de sus decisiones. “¿Cuál es la diferencia que tiene con Cristina, que estaba pidiendo ir todos juntos en una sola elección? Axel es un hombre grande, sabe lo que hace y lo que hizo es cortarse solo y determinar un calendario electoral”, concluyó Mendoza.

“Si tienen tantas diferencias con Cristina, y la quieren jubilada o fuera de la cancha, o creen que no va más, bueno, veamos, que elija la gente y veamos cuál es el resultado de esa elección”, expuso.

Mendoza hizo referencia a las palabras de Cristina cuando la expresidenta se mostró dispuesta a ser candidata en caso de que las elecciones sean desdobladas. “Nosotros entendemos que si hay diferencias, las diferencias las tiene que dirimir una elección, la gente tiene que elegir”.

La interna entre el peronismo es evidente. Cristina, quien supo ser su máxima dirigente por muchos años, hoy vé que su poder está siendo disputado por su pupilo, Áxel Kicillof. En una riña cuya única solución parece ser la batalla en las urnas, los intendentes y allegados a cada dirigente muestran su descontento y enfatizan la grieta interna.