Cristina Kirchner afirma que el modelo de Milei está "al borde del colapso”
Desde el arresto domiciliario en su vivienda de la calle San José, Cristina Kirchner manifestó un durísimo diagnóstico sobre la situación económica y financiera del país. Lo hizo a través de un audio enviado al 52.º Congreso Nacional de La Bancaria, realizado este 27 de junio.
En un contexto de creciente tensión económica y política, Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente con duras críticas al rumbo del Gobierno. A través de un mensaje enviado al Congreso Nacional del gremio La Bancaria, la exmandataria —actualmente bajo arresto domiciliario— advirtió sobre el deterioro del modelo económico y denunció una maniobra de persecución en su contra. Sus declaraciones reavivaron el debate sobre la sostenibilidad del programa oficialista y el rol de la oposición de cara al futuro.
Pese a encontrarse privada de su libertad, la expresidenta y exvicepresidenta no rehuye el debate político y económico. En su mensaje, catalogó al modelo actual como “insostenible” y afirmó que está “al borde del colapso”.
Subrayó señales preocupantes: la imposibilidad del Gobierno de renovar la deuda en pesos —con solo un 58 % refinanciado a tasas superiores a la inflación—, y en paralelo, el déficit de la cuenta corriente que alcanzó un rojo de más de 5.000 millones de dólares, atribuible a importaciones, viajes de argentinos al exterior y el pago de deuda.
Kirchner distanció su lectura de mensajes políticos o ideológicos: se refirió a una realidad simple y de absoluto pragmatismo sobre las cosas que están sucediendo. Criticó también la intención del ministro de Economía, Luis Caputo, “de seguir endeudando al país”, cuestionando su pretensión de conseguir calificación financiera internacional, y valoró que por primera vez el Ejecutivo no pudo continuar con el ritmo de endeudamiento.
“Bienvenido el hecho de que no puedan seguir agravando la situación de endeudamiento estructural en la que nos han metido primero Macri y ahora Milei. Y las dos veces, por supuesto, el inefable Toto Caputo”, dijo.
Sin rodeos, relacionó la situación con su situación judicial: “Porque el modelo se les cae a pedazos y ellos lo saben, es que decidieron meterme presa y sacarme de la cancha”. En su visión, el arresto domiciliario busca desconectar su voz y obstaculizar su participación política en el marco de las próximas elecciones.
Dirigiéndose especialmente a los trabajadores bancarios, destacó su importancia como uno de los “rompecabezas” necesarios para reconstruir la Argentina y evitó verla solo como una cuestión gremial. Instó a no repetir pasadas crisis como mero ejercicio nostálgico, sino a aprender de ellas. Invitó a recordar las crisis pasadas, no como un ejercicio de nostalgia, sino como "una prueba de que es posible un país diferente”.
Kirchner defendió las décadas 2003–2015, cuando, según ella, se logró una orientación productiva con énfasis en la industria, el valor agregado, la innovación y una mayor participación de los trabajadores en el PBI. Esta etapa, expuso, demostró que otro modelo es viable.
Con un discurso cargado de urgencia, cerró con un mensaje claro dirigido a su base: “Ese es el camino, esa es la lucha y esa es la bandera que tenemos que volver a retomar y a llevar a la calle”.
Cristina Kirchner utiliza este callado pero contundente canal para refrescar su presencia en el debate público, alertar sobre la delicada situación económica y reivindicar el rol de los sectores organizados, en especial los bancarios, como eje posible de un nuevo modelo. En un momento en que el Gobierno insiste en un discurso individualista y egoísta, su mensaje se esboza sobre la necesidad de unidad, organización y memoria histórica para evitar un eventual colapso social o institucional.