A diferencia de lo que ocurrió en la provincia de Buenos Aires, donde sellaron un acuerdo electoral, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el PRO y La Libertad Avanza no irán juntos en las elecciones legislativas de octubre. El intento de acercamiento impulsado por Jorge Macri fue desestimado por la cúpula libertaria, que no solo rechazó la alianza, sino que se prepara para disputarle espacios al macrismo en el Congreso Nacional.

En CABA, se renuevan 3 bancas en el Senado y 13 en la Cámara de Diputados. PRO pone en juego a 1 senador y a 3 diputados, mientras que LLA renueva a 2 diputados.

El jefe de Gobierno, Jorge Macri, había dejado entrever su voluntad de replicar en la Ciudad la fórmula que cerró con LLA en territorio bonaerense. Incluso sugirió que la negociación debía involucrar a Mauricio Macri y a Karina Milei.

En declaraciones a Radio Mitre, el jefe de gobierno no descarto la unión. “No lo sé. No es algo que hayamos hablado, pero no lo descarto y es algo que hay que hablar entre partidos y con Mauricio Macri. Hay que evaluarlo. Sería bueno seguir consolidando fuerzas que en el Congreso den equilibrio, que el PRO siga con sus aportes. Muchas veces acompañamos y otras diciendo que las cosas se podían hacer de manera", señaló.

 Ante la negativa de Milei, el PRO porteño activó su plan de respaldo : rearmar una versión local de Juntos por el Cambio. Con la Coalición Cívica, la UCR, el Socialismo y otros aliados históricos, busca conformar una lista competitiva que le permita sostener su peso en el Congreso.

El desacuerdo también responde a diferencias estratégicas. Para LLA, una alianza en CABA no aporta valor: Milei conserva un alto nivel de intención de voto en la Ciudad y prefiere consolidar su marca sin interferencias. En cambio, para el PRO, el acuerdo significaba una victoria garantizada en la Ciudad, después del fracaso electoral del 18 de mayo. Es por ello que Jorge Macri tendió vías de diálogo, aunque sin éxito.

El plazo para inscribir alianzas en la Ciudad vence el 7 de agosto. Hasta entonces, el PRO intentará ordenar su interna y cerrar su nueva coalición, mientras que los libertarios avanzarán con definiciones propias. 

Con este escenario, las campañas para las elecciones bonaerenses en septiembre y nacionales en octubre dejarían en evidencia las contradicciones entre ambos partidos, con una alianza que no es homogénea en todos los distritos.