Los gobernadores muestran su descontento hacia Milei y no lo acompañarán en el acto del 9 de julio
A menos de 24 horas del inicio de la vigilia por el Día de la Independencia en San Miguel de Tucumán, los mandatarios provinciales han confirmado que la mayoría no acompañará al presidente Javier Milei durante los actos oficiales.
En vísperas de una nueva conmemoración del Día de la Independencia, el clima político en Argentina se presenta tenso y fragmentado. El tradicional acto del 9 de julio, que suele convocar a las máximas autoridades del país en un gesto de unidad institucional, esta vez estará marcado por una notoria ausencia de gobernadores. Las diferencias entre la administración nacional y las provincias, principalmente en torno al reparto de fondos y la relación política con el presidente Javier Milei, se traducen en un fuerte gesto de distanciamiento en uno de los eventos patrióticos más emblemáticos del calendario nacional.
Hasta el momento, han aceptado asistir el gobernador anfitrión, Osvaldo Jaldo, junto al catamarqueño Raúl Jalil; el jujeño Carlos Sadir se sumó esta tarde; podrían estar también en la ceremonia las vicegobernadoras de Córdoba y Entre Ríos, Myrian Prunotto y Alicia Aluani, respectivamente; mientras que la presencia del misionero Hugo Passalacqua está aún en evaluación.
Fundamento del ausentismo
Los gobernadores aducen compromisos ya establecidos —desfiles municipales, ceremonias provinciales o viajes— como razones para no viajar a Tucumán. Pero tras esas justificativas logísticas, se libra una disputa subyacente: las provincias presentaron proyectos al Congreso para la devolución de fondos de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) retenidos y para reformar la distribución del impuesto a los combustibles. Desde la Casa Rosada, se solicita que esas iniciativas pasen a comisión y no se traten de forma urgente, pero los mandatarios sostienen que no ceden y disponen de los dos tercios para debatirlos sobre tablas.
Ausencias confirmadas
Entre los mandatarios que ya anunciaron su no asistencia se encuentran: Maximiliano Pullaro (Santa Fe), en gira por Estados Unidos; Alfredo Cornejo (Mendoza), retenido por eventos organizados en su provincia; Martín Llaryora (Córdoba), quien liderará actos locales; Rolando Figueroa (Neuquén); y Alberto Weretilneck (Río Negro), estos últimos con actividades oficiales en sus territorios. También quedan fuera: Leandro Zdero (Chaco), Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Vidal (Santa Cruz), entre otros.
El clima político detrás
Según fuentes provinciales, el retraso en enviar las invitaciones —se enviaron por mail apenas el viernes anterior— profundizó el malestar. Además, denuncian una “falta de gestos” desde el Gobierno nacional, entre ellos la drástica reducción de transferencias para obra pública y el cierre parcial de Vialidad Nacional, lo cual ha incrementado el descontento.
Una editorial de Página 12 señala que “la mayoría pegará el faltazo”, describiendo cómo la foto de Gobernador + Presidente que se logró en 2024, en el marco del Pacto de Mayo, probablemente se opacará este 9 de julio.
Mientras tanto, sigue el pulso institucional: la sesión para tratar los proyectos de fondos está en el aire, con posibilidad de autoconvocatoria en el Senado si no hay llamado por parte de Villarruel; los gobernadores confían en su número para avanzar dentro del Congreso.
Las ausencias de alrededor de dos tercios de los gobernadores en un acto clave de unidad nacional exponen una fractura política profunda entre el Gobierno nacional y las provincias. Más allá de excusas logísticas, el ausentismo refleja un cruce duro sobre recursos y federalismo que podría persistir más allá del 9 de julio.