Humor Político

Coach (C): Buen día, Mauricio. ¿Qué tema querés trabajar hoy?

Macri (M): Que me escuchen. Quiero que me escuchen más.

C: ¿Y qué te está pasando con eso?

M: Nadie me escucha. Nadie. Mi primo Jorge... ¡mi primo! No solo no me escucha, sino que ni me contesta. Hace lo que quiere. Y encima ayer perdió la ciudad. ¡La ciudad! Nuestra, mi base, mi legado. Al final tenía razón Horacio cuando decía que “no sabían para qué lo trajeron”. ¡Y mirá que me lo advirtió, eh! Milei me escucha menos que Siri. Majul ya no me busca ni para comentar un tuit. Ritondo y Santilli ya están con un pie adentro de La Libertad Avanza así que imagínate si me van a escuchar.

C: ¿Qué querés lograr con esta sesión?

M: Que me escuchen otra vez. Que respeten mi voz. Que entiendan que sin mí, esto se desmadra. Yo inventé esto. A todos. No lo digo con soberbia, lo digo con memoria.

C: ¿Qué significa para vos “que te escuchen”?

M: Volver a tener peso. No necesito cargos, pero sí que se note cuando hablo. Que no se rían, que no digan “otra vez el cassette de Mauricio”. Quiero que mis palabras tengan efecto. Que generen alineamiento. Obediencia… sutil, si se puede.

C: ¿Qué valor tiene lograr eso?

M: Me devuelve dignidad política. Sentido. Visión. No es vanidad, es responsabilidad. Yo sé lo que hay que hacer. Yo vi el monstruo de cerca: el Estado. Y lo enfrenté… hasta que nos aburguesamos.

C: ¿Qué querés lograr hoy, en esta sesión?

M: Una estrategia. Una hoja de ruta. Algo que me saque de esta sensación de “has been” que transmiten todos cuando me ven.

C: ¿Cómo sabés que lo lograste?

M: Cuando Jorge vuelva a pedirme consejo y no solo presupuesto. Cuando Horacio me diga: “Mauricio, hagamos equipo otra vez”. Cuando Milei me cite… aunque sea para putearme. Y cuando Majul me vuelva a mirar como si le estuviera dictando el futuro.

C: Entonces, resumiendo, querés encontrar una estrategia para recuperar tu voz política, tu peso específico, y que eso impacte en los que antes te seguían y ahora te evitan ¿Es así?

M: Exacto. Y sin tener que ponerme a gritar como un loco.

C: ¿Y de qué depende eso?

M: (Pausa larga) Bueno… también de mí. Quizás no cambié cuando debía. Subestimé el desgaste. Elegí mal a algunos. Jorge no estaba listo para gobernar la ciudad. Perdimos por su gestión... y por mi capricho. Horacio me lo advirtió. Y no le di bola. Tenía razón.

También subestimé a Karina. La traté de tortera y tarotista, como si eso la invalidara. Decía que no iba a durar ni dos semanas en Casa Rosada, que no tiene gestión ni equipo, y ahí está. Manejando la lapicera con una mano y los destinos de la Argentina con la otra.

C: ¿Y qué hiciste con eso?

M: Me enojé. Me dio bronca. Entonces dije: “Voy a frenarlo. Voy a adelantar las elecciones y me pongo la campaña al hombro.” Armé una gira sin sentido. La llevé a Silvia Lospenatto que no conoce la ciudad y hasta ese tal Costa le hizo pisar el palito con lo de los hospitales, a Hernán Lombardi que no da mucha frescura, a todos. Yo creí que con eso bastaba. Que conmigo caminando la ciudad se ganaba. Y mientras tanto, Karina… ponía el aura, lo ponía a Manuel Adorni que hasta se dio el lujo de anular su voto

C: ¿Y qué te impide cambiar?

M: (Silencio) El poder. No el formal, el real. La ciudad es poder. El presupuesto, los medios, los contratos, el ritmo. Todo eso lo maneja Jorge con su gente… y no lo puedo dejar. No se lo puedo regalar a Milei. Ni mucho menos a Santoro. ¿Te lo imaginás a Santoro en Uspallata? ¡Con el Pitu Salvatierra de jefe de gabinete y Ofelia controlando el WiFi!

C: ¿A qué te referís con que TODO lo maneja Jorge?

M: Bueno... a ver. No es que todo-todo. La gente importante, la de los presupuestos grandes, la puse yo. Yo armé la ingeniería, como siempre. Pero... la lapicera la tiene él. Y bueno... no lo puedo correr.

C: ¿Y entonces qué vas a hacer esta semana para cambiar eso?

M: Voy a actuar. Voy a manejar la comunicación y el territorio de la Ciudad. Jorge está improvisando y eso nos está haciendo perder imagen. Voy a llamar a Marcos Peña. Sí, lo tenía en pausa, pero es hora de que vuelva. Necesito alguien que piense en 4D. Voy a recuperar algunas dependencias clave. Hay gente de Jorge que no responde, y eso hay que ordenarlo. Le voy a pedir a Horacio que vuelva y sea el jefe de gabinete de Jorge. Porque si no gobierna él, la ciudad se nos va al carajo. Y voy a recuperar presencia, pero con un solo mensaje fuerte. Nada de divagar. Voy a bajar línea en privado, sin exposiciones innecesarias.

C: ¿Y todo eso… lo pensaste vos?

M: Me lo dijo un consultor. Pero yo lo sentí. Lo resignifiqué. Lo ejecuté. Lo lideré.