Mauricio Macri volvió al centro de la escena política tras meses de perfil bajo. El exmandatario encabezó una reunión en la sede del PRO en la calle Balcarce, donde convocó a los candidatos nacionales de su espacio para dar una señal de unidad rumbo a las elecciones legislativas del 26 de octubre.

El encuentro se desarrolló a puertas cerradas y tuvo un doble objetivo: fortalecer la cohesión interna del partido y fijar una postura clara frente al actual gobierno de Javier Milei.

“Es momento para ser muy prudentes. Nunca he sido de aquellos que creen que cuanto peor, mejor”, afirmó Macri a la entrada de la reunión.

Cuando finalizó el encuentro, algunos dirigentes hablaron con la prensa. Fernando de Andreis, candidato a diputado nacional por la alianza PRO-LLA en la Ciudad de Buenos Aires, expresó: “Tuvimos una muy buena reunión con Mauricio, charlamos de la realidad de cada provincia y ahora nos preparamos para la campaña”.

“Vía Congreso siempre hay diálogo; a nivel campaña también hay en algunos distritos. El PRO siempre está para colaborar, este es un momento sensible, eso no se nos escapa. Lo venimos haciendo hace un año y medio”, agregó.

Acto seguido, salió el expresidente Macri, que se refirió al momento que vive el país y a la campaña de cara al 26 de octubre. “La idea es llevar las ideas del cambio, en las que siempre hemos creído. Estamos en un momento en el cual hay que ser muy prudentes, el Gobierno está enfrentando un desafío cambiario, pero tiene un equipo económico que entiende cómo sortear esta dificultad”, explicó.

Ante la consulta sobre una posible reunión con Milei, señaló: “Sí, hace más de un año que no hablamos ni lo veo, pero yo siempre estoy a disposición para ayudar a que este país encuentre el rumbo”.

Por último, fue consultado por el respaldo del gobierno estadounidense a Milei: “El apoyo que le ha dado el gobierno americano ayer ha sido muy impresionante, es una tranquilidad para poder trabajar y empezar una nueva etapa”, finalizó.

Esto responde a una clara estrategia del expresidente para no confrontar con el oficialismo de cara a los comicios de octubre, aunque luego de las elecciones el PRO sufrirá una reestructuración interna después de varias disputas sobre el camino a seguir.