Donald Trump y Javier Milei son dos presidentes unidos por una fuerte afinidad ideológica y proyectos similares para sus países. Comparten cualidades y estrategias políticas que invitan a reflexionar sobre cómo evolucionará su relación con el tiempo y si, al final, sus naciones estrecharán aún más sus lazos.

Retiro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) 

Tanto Trump como Milei decidieron iniciar el proceso para retirar a sus países de la OMS, argumentando diferencias en la gestión sanitaria durante la pandemia de COVID-19. Trump comenzó el proceso en 2020, mientras que Javier Milei anunció la salida de Argentina en febrero de 2025, citando profundas discrepancias con la organización.

Desmantelamiento del Estado y reducción de la burocracia 

El Presidente Argentino creó un ministerio dedicado a desmantelar el Estado, eliminando burocracias y regulaciones para fomentar la eficiencia en las empresas. Este trabajo está en manos de Federico Sturzenegger y su rol lleva por nombre: Ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina. Este enfoque captó la atención de Trump, quien, junto a Elon Musk, creó el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) con objetivos similares de desregulación y reducción del gasto público, inspirado en la experiencia argentina.

Políticas migratorias 

Milei ha considerado limitar la inmigración emulando algunas de las políticas implementadas por Trump durante su mandato. Por ejemplo, edificar un muro en la frontera con Bolivia o la extraditación de extranjeros que sean condenados por crímenes en Argentina. Ambas ya fueron implementadas por el Presidente Norteamericano, en el caso del muro fue con su país vecino México.

Discurso y estilo político 

Ambos líderes se presentan como figuras antisistema, criticando a las élites políticas tradicionales y utilizando un lenguaje directo y confrontativo. Esta retórica ha resonado con sectores de la población que se sienten desatendidos por las políticas convencionales.

Lucha contra la “cultura woke”

Woke es un término que, originado en los Estados Unidos, inicialmente se usaba para referirse a quienes se enfrentan o se mantienen alerta frente al racismo.​ Posteriormente, llegó a abarcar una conciencia de otras cuestiones de desigualdad social, por ejemplo, en relación con el género y la orientación sexual.​ Según Milei, esta cultura debe ser erradicada porque es una amenaza colectivista que destruye la meritocracia, la libertad individual y los valores occidentales. El Presidente Argentino la asocia con el progresismo, la ideología de género y el ambientalismo radical, acusándola de imponer un pensamiento único y frenar el desarrollo económico. Trump se une a esta batalla cultural diciendo que “el sentido común debe prevalecer”.

Campaña política no tradicional y confrontación con los medios tradicionales

Tanto Milei como Trump han utilizado métodos novedosos a la hora de hacer campaña. La utilización de redes sociales como principal medio de comunicación ha dado mucho revuelo, y no es coincidencia que ambos hayan ganado cuando tenían una confrontación ideológica contra los medios tradicionales. Acusándolos de estar a favor de la casta política, tanto Trump como Milei han criticado abiertamente a los diversos medios de comunicación tradicionales. En cambio, han utilizado plataformas como X (ex twitter), Instagram, Facebook y, más que nada, Tiktok, lo que les permitió llegar a más personas para compartir sus propuestas e interactuar con sus nuevos seguidores. Esto generó que ambos tengan muchos replicadores orgánicos a la hora de esparcir noticias o defenderse en contra de opositores.

Similares en lo político y social, diferentes en lo económico

Milei se jacta de ser un anarcocapitalista que busca la reducción de la injerencia del Estado en las transacciones comerciales lo máximo posible. Sin embargo, su par de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto medidas proteccionistas para fortalecer la industria nacional estadounidense. Por ejemplo, impuso aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio. "Es un 25%, sin excepciones ni exenciones", declaró.