Parisini mide bajo, pero crece el rechazo a Cristina en la Tercera Sección
Daniel Parisini, más conocido como el Gordo Dan, es santiagueño de origen, pero reside en la Ciudad de Buenos Aires. A pesar de ello, su figura ganó notoriedad dentro del espacio de La Libertad Avanza y comenzó a mencionarse con fuerza como posible candidato para enfrentar a Cristina Fernández de Kirchner en su regreso electoral, previsto para la Tercera Sección de la provincia de Buenos Aires el próximo 7 de septiembre. ¿Puede un tuitero ganarle a una expresidenta?
- Daniel Parisini es mencionado como posible candidato de La Libertad Avanza para enfrentar a Cristina Fernández de Kirchner en la Tercera Sección de Buenos Aires.
- Una encuesta de la consultora DC muestra que Parisini tiene solo un 3% de apoyo, siendo el candidato menos respaldado frente a Cristina.
- La opción 'cualquiera, la gente ya no la quiere' fue elegida por más del 40% de los encuestados, indicando un rechazo hacia Cristina.
- El 75% de los encuestados no cree en el futuro del proyecto político de Axel Kicillof.
- Más del 80% asocia el kirchnerismo con el gasto estatal, mientras que pocos lo vinculan a valores como la equidad o inclusión.
- A pesar del rechazo, Cristina sigue siendo vista como la líder de la oposición.
- El 65% de los encuestados considera que La Libertad Avanza debería asumir el control de la provincia de Buenos Aires.
Daniel Parisini, o mejor conocido como “el gordo Dan”, nació en Santiago del Estero, pero actualmente vive en la Ciudad de Buenos Aires. Aun sin ser oriundo del conurbano ni residir allí, su nombre empezó a sonar con fuerza dentro de La Libertad Avanza como posible candidato para disputar el mano a mano con Cristina Fernández de Kirchner, quien anunció su regreso a la competencia electoral en la Tercera Sección bonaerense el 7 de septiembre.
Ante este escenario, la consultora llamada DC realizó un relevamiento nacional para medir el posible impacto de una candidatura del influencer libertario frente a la expresidenta. La firma, que en otras oportunidades mostró siempre números positivos al oficialismo actual, realizó encuestas online a más de 2.000 personas durante los primeros días de junio, con un margen de error del 2,5%.
Una de las preguntas del estudio buscó identificar qué dirigente tendría mayores posibilidades de vencer a Cristina en las urnas. La misma preguntaba "Para usted, ¿quién es el dirigente político que le puede ganar a Cristina?". Entre las opciones propuestas, Parisini fue el que menos apoyo cosechó: apenas superó el 3%. Muy por encima se ubicaron referentes como Patricia Bullrich, Axel Kicillof y José Luis Espert, todos con porcentajes superiores al 10%.
Sin embargo, un dato llamó la atención: la opción “cualquiera, la gente ya no la quiere” fue la más elegida, con más del 40%. Ese resultado puede interpretarse como un rechazo transversal hacia la figura de Cristina, y abre espacio para que nuevos nombres —como el de Parisini— encuentren terreno fértil, aunque por ahora no despeguen.
¿Los bonaerenses no quieren kirchnerismo?
El estudio también incluyó otras preguntas generales que pintan un panorama complejo para el peronismo. Una mayoría amplia se mostró escéptica respecto al proyecto político que impulsa el gobernador Kicillof. Tres de cada cuatro encuestados no cree que el nuevo armado tenga futuro. Además, cuando se consultó sobre el significado del kirchnerismo, más del 80% lo asoció con el gasto estatal, mientras que un porcentaje muy menor lo vinculó a valores como la equidad o la inclusión.
No obstante, el peso simbólico de la figura de Cristina Kirchner sigue siendo fuerte: cuando se consultó quién lidera hoy la oposición, la mayoría la sigue identificando a ella, dejando a Kicillof bastante atrás. Más allá de que posee mucho rechazo entre los encuestados, Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo la cara de la oposición al gobierno de Javier Milei.
Por último, la encuesta cerró con un dato que enciende luces en el oficialismo nacional: un 65% de los consultados considera que La Libertad Avanza debería asumir el control de la provincia de Buenos Aires. Un dato nada menor en una de las zonas históricamente más favorables al peronismo.