En la votación de la semana pasada, las disputas en el peronismo se dejaron ver con claridad. El proyecto de suspensión de las PASO obtuvo en el bloque 25 votos a favor, 44 en contra y 24 abstenciones. Quienes responden a gobernadores como Gildo Insfrán, Quintela y Ziliotto se abstuvieron, mientras diputados que responden a Massa votaron a favor. Los fieles a Cristina Kirchner votaron en contra. Además del argumento que se debe votar en contra del gobierno por su ideología, la cuestión de fondo es el desdoblamiento de las elecciones provinciales, lo que trae tensiones entre el gobernador y la ex presidenta.

Si se logran los votos en el Senado, Kicillof tendría su oportunidad de desdoblar las elecciones provinciales. Esto es así por la Ley 14.086 que obliga la simultaneidad de las PASO en provincia y Nación. Para Kicillof esto sería un desafío doble: ir en contra de la líder del partido y organizar unas elecciones provinciales desdobladas por primera vez en la historia, con lo que esto implica a nivel económico, político y organizacional. Habrían dos campañas fuertes para el peronismo: la nacional y la provincial. Hasta ahora, las provincias que separaron sus elecciones de las del 26 de octubre son 5: Chaco, Santa Fe, Salta, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y San Luis.

El simulacro de Kicillof

A pesar de las dificultades que supondría una elección extra, desde el gobierno provincial argumentan que es necesario por distintas razones. La implementación de la boleta única de papel (BUP) en octubre del año pasado a nivel nacional generó diversas reacciones en las provincias, que pueden decidir si implementarla o no. La Provincia de Buenos Aires se negó desde el primer momento, por lo que va a presentar una particularidad a la hora de votar: coexistirán el sistema de BUP y el sistema tradicional. La boleta única para elegir diputados nacionales y el sistema tradicional para los cargos provinciales y locales. Este es uno de los argumentos para desdoblar elecciones, ya que aseguran que los tiempos de sufragio se extenderán considerablemente.

El 29 de enero, la subsecretaria de Asuntos Parlamentarios y Electorales realizó el simulacro de votación. Se ejecutó con tres tipos de votantes: aquellos que estaban informados de los dos sistemas de votación, aquellos que tenían problemas con su identificación y aquellos que tenían un desconocimiento del sistema. El tiempo que les llevó sufragar aumentaba progresivamente. También se indicó que la mayoría de las escuelas no están preparadas para semejante despliegue debido a que se necesitaría un espacio más grande.

El massismo bonaerense presentó el año pasado un proyecto de suspensión de las PASO, un viejo anhelo de Sergio Massa. Kicillof tiene el aval de 35 intendentes de Unión por la Patria y en estos días se sumó el apoyo de la UCR bonaerense mediante su líder, Miguel Fernandez. En declaraciones a Buenos Aires/12, expresó: “Coincidimos que está bueno que ahora que va a haber boleta única, estaría bueno elegir de manera separada y discutamos los verdaderos problemas que tiene la provincia de Buenos Aires, para eso hay que desdoblar”. 

¿Qué va a pasar en el Senado?

En este contexto de alianzas y apoyos cruzados, todo depende de la votación en el Senado. El gobierno tiene buenas expectativas, pero habrá que esperar a la jornada decisiva. El próximo jueves 20 de febrero se tratará el proyecto en el recinto, y se necesitan 37 votos para su aprobación definitiva. La incógnita más grande recae sobre la postura de Unión por la Patria, que deberá dirimir si mantiene su división cómo en Diputados o unifica su postura. 

En medio de la gestión entre Kicillof y Cristina, el gobernador canceló sus actos políticos para tender puentes de diálogo, ya que la definición del desdoblamiento se acerca. Esa decisión será muy importante para ver si el peronismo sigue resquebrajado o se une momentáneamente para las elecciones. Otro condicionante es Ficha Limpia, que podría frustrar los planes de candidatura de la expresidenta. Es muy difícil que sea aprobado, pero cambiaría radicalmente la planificación para la elección de octubre. La sesión del Senado será crucial para definir cómo avanza el peronismo, que a pesar de su división intenta dar señales de acercamiento.