Trump mantiene incertidumbre sobre ataque a Irán e insiste en que “nadie sabe lo que voy a hacer”
En una improvisada conferencia en la Casa Blanca este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo un halo de misterio en torno a un posible ataque contra Irán. Con una frase lapidaria, respondió: “Podría hacerlo o podría no hacerlo”, sembrando incertidumbre.
En un contexto internacional cada vez más tenso, el conflicto entre Irán e Israel vuelve a ocupar el centro de la agenda global, y particularmente, la de Estados Unidos. La posibilidad de un ataque militar estadounidense contra territorio iraní ha reavivado las alarmas diplomáticas, mientras las declaraciones del presidente Donald Trump profundizan la incertidumbre sobre los próximos pasos de la Casa Blanca. Las señales cruzadas, los contactos diplomáticos de último momento y los movimientos estratégicos en Medio Oriente configuran un escenario volátil que mantiene en vilo a las principales potencias.
Trump reveló que Teherán se ha acercado a Washington vía canales diplomáticos, incluso ofreciendo visitas a la Casa Blanca. Aunque ello mostraría una apertura, el mandatario sostuvo que “es demasiado tarde para negociar”, argumentando que el momento adecuado ya ha pasado, y subrayó que “nadie sabe lo que voy a hacer”.
¿Qué pasó en el G7?
A su regreso a Washington tras abandonar abruptamente la cumbre del G‑7, Trump enfatizó que busca “un final real” al conflicto, no solo un alto el fuego. Contó también que mantuvo una conversación con Vladimir Putin, en la que le dijo que se hiciera cargo de los problemas de Rusia y se abstuviera de mediar sobre Irán.
Por otro lado, Trump instó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a continuar con los ataques contra las instalaciones nucleares iraníes, aunque sin confirmar un compromiso militar directo de Estados Unidos.
Trump reclamó que Irán debe aceptar una “rendición incondicional” y afirmó que “no pueden tener armas nucleares, punto y final”. Además, se refirió al líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, deseándole “buena suerte” en caso de ataque, aunque sin revelar detalles.
¿Cómo respondió Irán?
El régimen de Teherán respondió con dureza. Jamenei advirtió que cualquier agresión estadounidense tendría “consecuencias irreparables”. A su vez, Irán ha expresado públicamente su disposición a retomar las charlas nucleares, siempre que Estados Unidos no intervenga en el conflicto militar.
¿Qué puede pasar?
Trump adopta una estrategia dual: por un lado, alienta medidas agresivas —una rendición total de Irán y apoyo a acciones israelíes—; por otro, mantiene la puerta abierta a la diplomacia, aunque con fuerte retórica de amenaza. La reacción de Irán, combinada con la presión israelí y el despliegue militar de Estados Unidos, coloca al mundo al borde de una escalada regional. ¿Es posible que Estados Unidos le declare la guerra a Irán? ¿Cómo responderá China, su socio económico-militar? ¿Los aliados regionales de Irán participarían de una guerra con Estados Unidos? ¿Qué rol jugaría la Unión Europea? Todos estos interrogantes son tenidos en cuenta por el presidente estadounidense Trump, pero poco le importa el accionar de los demás países.