El reciente anuncio de Mercado Libre sobre la modificación de sus comisiones según la carga impositiva provincial generó una inmediata reacción del Gobierno de Santa Fe. La decisión de la plataforma de comercio electrónico de diferenciar el impacto fiscal en cada jurisdicción reabrió el debate sobre el impuesto a los Ingresos Brutos y encendió una nueva disputa entre actores del sector privado y autoridades provinciales.

“Las fotos de los allanamientos en la provincia de Santa Fe muestran una escena cada vez más frecuente: armas, droga y dispositivos de Mercado Pago, dijo Pablo Olivares, ministro de Economía de la provincia de Santa Fe.

¿Qué anunció Mercado Libre?

Mercado Libre informó que comenzará a distinguir entre lo que corresponde a impuestos nacionales y lo que corresponde a Ingresos Brutos provinciales. La decisión obedece a la gran diferencia entre alícuotas, que según la firma “perjudica a quienes operan en provincias con menor carga fiscal”. Desde ML informaron que bajarán comisiones en Corrientes, Río Negro, Santa Cruz, Formosa y Santiago del Estero; aumentarán en Córdoba, Santa Fe y Jujuy; y en las demás provincias, no habrá cambios por ahora en este concepto. Desde la plataforma señalaron que “Ingresos Brutos es un impuesto distorsivo que encarece el comercio digital, afecta a consumidores y reduce la competitividad”.

La réplica del Gobierno provincial

Ante este anuncio, el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares, rechazó cualquier aumento reciente de carga tributaria para plataformas digitales: “Es falso que Santa Fe haya incrementado la carga tributaria a plataformas de venta online”, dijo.

Olivares calificó la medida de Mercado Libre como una “represalia” dirigida a presionar para que la empresa mejore controles sobre quién recibe los dispositivos de pago (Point). Aseguró que en operativos policiales se han incautado criminalmente dispositivos de Mercado Pago, razón por la cual la provincia exige controles más estrictos.

El ministro sostuvo que es contradictorio que mientras la plataforma supuestamente facilita transacciones vinculadas al narcotráfico, el Estado provincial debe destinar recursos recaudados por Ingresos Brutos a reforzar la seguridad.

Desde la Gobernación: la voz de Pullaro

Por su parte, el gobernador Maximiliano Pullaro respaldó públicamente la posición tributaria provincial. En declaraciones recientes, señaló que la alícuota sobre billeteras virtuales (9 %, igual que la banca tradicional) busca desincentivar la “especulación financiera” y priorizar el uso del dinero en el desarrollo productivo santafesino.

Pullaro fue contundente: “Les guste o no a Mercado Libre, vamos a continuar por el mismo camino”, sostuvo, y señaló que los fondos recaudados sostienen políticas productivas y seguridad pública.

El por qué de la controversia

En el centro del debate está la reforma fiscal tributaria aprobada en Santa Fe a fin de 2024, que equiparó las alícuotas de las billeteras digitales a las de los bancos (9 %). Para Mercado Libre, esta medida encarece artificialmente el comercio electrónico y penaliza la formalidad. Desde el Gobierno provincial defienden su postura como una forma de garantizar equidad frente al sistema financiero y financiar labores de seguridad pública.

Este cruce expone la tensión entre las exigencias del comercio digital por mayor competitividad y las posturas fiscales provinciales orientadas a la redistribución de recursos locales. Aunque la medida de desglosar impuestos es transparente, reaviva la discusión sobre la armonización tributaria nacional y la regulación de fintech.

Queda por verse si otras provincias con alta carga fiscal enfrentarán reacciones similares y si esto impulsará reformas integrales al cuestionado sistema de Ingresos Brutos.

Lo cierto es que el conflicto entre Mercado Libre y Santa Fe deja al descubierto una brecha significativa entre la visión de las plataformas digitales, que abogan por un régimen tributario uniforme y menos gravoso, y la defensa provincial de una carga fiscal diferenciada para fortalecer la producción y la seguridad, aún a riesgo de encarecer el uso de billeteras virtuales en su territorio.